Opinión serie Special

Hace ya unas semanas que terminé de ver la serie Especial de Netflix y quería compartir con vosotros mi opinión. Se trata como bien dice su título de una tele-comedia muy especial. Su protagonista, Ryan, es gay y padece parálisis cerebral. Una combinación que hace que su vida tenga sin duda diversas dificultades, pero Ryan decide cambiar de vida y crecer, dejar atrás los miedos y enfrentarse a la vida adulta de una vez por todas.

No os voy ha hablar de lo valiente del tema; gay y con parálisis cerebral, sin duda es una historia valiente que no se centra en la lucha sino en la comedia. Es un relato que con humor nos hace ver diferentes aspectos que hacen que la vida de Ryan sea "especial". Por un lado, si solo analizamos la singularidad de su protagonista, es un 10 para mí, da voz a un grupo que probablemente no se había visto representado en las series de televisión, al menos no de esta manera, como uno más, con problemas amorosos y laborales. Pero quizás esperaba más de esta serie, esperaba más humor mas comedia y he de confesar que en algún que otro episodio no me caía especialmente bien Ryan.

Tiene momentos en los que realmente me entretiene pero no sabría decir porque no me termina de convencer. Pienso que se ha quedado a medias. Con personajes un poco estereotipados, cada capítulo recorre quizás de forma superficial los problemas de ser adulto hoy, en que todos debemos cumplir con determinados aspectos que se esperan de nosotros, donde las relaciones se han complicado y donde todo parece una postal preparada para la próxima fotografía de Istagram.

Dirigida y protagonizada por el propio Ryan O'Connell, la serie se basa en su autobiografía I'm Special: And Other Lies We Tell Our Selves’ publicada en 2015. Y  le podemos sumar otro nombre importante bajo la producción ejecutiva: Jim Parson (el tan adorado Sheldon de The Big bang Theory). Todo esto parecía la convinación perfecta para general una obra reivindicativa para el colectivo LGTB con un toque de humor y realmente es eso, pero se queda corto. Supongo que con una segunda temporada los personajes crezcas y adquiera más interés, pero a mí al menos no me a conquistado.

Eso sí, espero que sigan apostando por comedias tan arriesgadas (en ese aspecto se merecen un aplauso) y en general por obras en las que personas pueden verse reflejadas por fin, pues sin duda no todos podemos sentirnos reflejados en series donde todos son blancos, guapos y económicamente solventes. El mundo esta lleno de diversidad y es hora que en las series de televisión deje de ser noticia que existe un personaje gay o que en un grupo de amigos encontremos a un afroamericano. Estoy segura que muchos tienen un grupo de amigos bastante más diverso, sobre todo cuando hablamos de series ambientadas en grandes ciudades.