La crianza de nuestros hijos pasa por diferentes fases y cada una tiene sus propios retos. Hoy os voy a contar mi experiencia con uno de los momentos más difíciles, cuando llega la hora de quitar el pañal y enseñar a nuestros pequeños a ir al baño sólitos. Y os digo difíciles porque es común que los papás queramos acelerar el proceso y nos encontremos con frustración, ya sea del niño como nuestra, pues la clave principal en este momento, y en muchos de la educación de nuestros hijos, es la paciencia. No ganamos nada intentando ir más rápido e incluso puede que demos un paso atrás. Pero tranquilos, si nosotros pudimos ellos también podrán, armaros de paciencia y mudas limpias (nos harán mucha falta).
Pero empezamos por el principio ¿cuando es el momento de quitar el pañal? Como ya imaginaréis no hay una edad o un momento exacto para hacerlo, cada niño tiene su momento. ¿Como sabemos si nuestro hijo está preparado? Hay algo que nos dará la primera pista y este será el pañal. Cuando veamos que pasan periodos relativamente largos y el pañal se mantiene más seco esto será la primera señal. Lo que significa es que nuestro hijo es capaz de aguantar el pis durante más rato y no va haciendo pequeñas evacuaciones continuamente. Será el momento para empezar a contarle lo que es ir al baño.
El primer paso siempre será hablar con nuestro pequeño pues para conseguir quitarle el pañal el niño debe estar preparado en dos aspectos: físico y mental. Por un lado su cuerpo debe estar lo suficientemente maduro para que pueda controlar sus esfínteres y pueda controlar la expulsión de orina o heces. Por otro lado, debe sentirse preparado. Hay niños que aunque físicamente estén suficientemente maduros no son capaces de dejar atrás el pañal pues para ellos es una pérdida. Debemos tener en cuenta que el cambio de pañal es un momento que comparten con nosotros y para ellos será perder otro momento con nosotros. Por eso, debemos pensar en esto para no enfrentarnos a este cambio a la vez que otros: dormir solo, empezar el colegio... Siempre será mejor dedicar a cada nueva etapa del crecimiento su propio tiempo.
Si vuestro hijo/a va a la escuela Infantil (lo que comúnmente se llama guardería, aunque sin duda hacen mucho más que vigilar a nuestros hijos), sus educadoras/es podrán ayudaros mucho. Están muy acostumbrados a lidiar con este tema y para ellos será muy educativo ver que otros niños también están viviendo la misma etapa. Ya sabemos que para los peques la imitación siempre es una buena forma de aprender y cuando ven que uno de sus amigos va solo al baño pues simplemente ellos también quieren hacerlo.
Lo siguiente fue comprar un adaptador para el baño, pues nos parecía más practico que al igual que su papá y su mamá el usase el mismo baño y nos parecía que le ayudaría a ser más independiente, pues podría sentarse el solo. Cuando colocamos el adaptador (nosotros elegimos x) lo involucramos en su colocación y le contamos que eso era para él. De entrada le pareció muy divertido y quiso sentarse nada más montarlo. Le contamos que ahí podría hacer pis y caca. Todo esto lo unimos a que cada vez que le cambiamos el pañal no lo hacíamos tumbado sino de pie. De este modo el fue percatándose de que era el pis y la caca. Como veis todo conlleva mucha verbalización de lo que hacíamos y descubrimos que rápidamente fue comprendiendo los conceptos.
Lo siguiente fue coger el habito de sentarlo. Nosotros elegimos un par de veces al día en que nos habíamos percatado que solía hacer caca. De este modo lo sentábamos cada día y aunque al principio no hacia nada fue cogiendo la costumbre. Cómo al principio eran unas visitas al baño obligadas muchas veces no hacía nada, pero intentaba que se convirtiera en otro momento para nosotros, charlando y hablando con él. La idea era que lo viera como un momento agradable.
Poco a poco, los conceptos se fueron grabando y empezó a pedir hacer pis o caca, al menos alguna vez. Lo cual celebrábamos mucho y lo ponía muy contento. Vimos que el pañal aguantaba seco muy a menudo y decidimos empezar por quitarle el pañal en casa. Por lo que mientras estábamos en casa, le decíamos que estaba sin pañal y de vez en cuando se lo recordábamos para que se diera cuenta que tenía que ir al baño. No os voy a engañar, tuvimos varios escapes, pero cuando estas en casa no es muy grabe y se soluciona rápido. Solo le poníamos el pañal para dormir o salir de casa y pronto descubrimos que la hora de quitárselo por completo se acercaba.
El día que definitivamente marcó un antes y un después fue cuando lo llevamos al cine y en mitad de la película lo veíamos inquieto. Le preguntamos si le pasaba algo y su respuesta fue clara: pis. Le recordamos que tenía el pañal, pero su respuesta era un no rotundo. Quería ir al baño y lo tenía claro. Ese fue el momento en que sin duda tuvimos claro que estábamos tomando un buen rumbo. Ya había acudido al baño fuera de casa, pero siempre porque le preguntábamos y acudíamos para que viera que debía ir aunque estuviera fuera de casa. Pero sin duda, ese día nos demostró que el pañal ya no sería su fiel compañero de paseo. A su ves en la Escuela nos digeron que ya lo veían preparado y un durante una semana le estuvimos explicando que ya no llevaría más el pañal. Se lo quitamos un fin de semana que estaríamos en casa y nunca más se lo hemos vuelto a poner.
No os mentiré este proceso fueron meses de hablar con él, de escapes, de coladas plagadas de ropa interior y de mucho, mucho tiempo de charlas en el baño. Aun nos queda mucho trabajo y seguimos teniendo algún escape, porque siempre les costará dejar de jugar para ir al baño. Pero si tuviera que volver atrás, repetiría el mismo proceso. Le hemos dado tiempo para adaptarse al cambio paulatinamente y aunque a veces a sido difícil y frustran te (porque por mucho que lo deseemos no podemos hacer más que acompañarles) pienso que fue una transición fácil. Hay miles de consejos que os hablaran de métodos y pasos a seguir pero personalmente pienso que lo principal es la paciencia, no debemos meterles prisa, y sobre todo explicarles todo el proceso para ayudarles a llevar mejor este momento.
¿Habéis pasado ya por este momento?¿Cómo lo vivisteis vosotros? No dejéis de contarme vuestras dudas o experiencia a continuación. Seguro que entre todos podemos darnos grandes consejos para llevar estos cambios en nuestros pequeños sin dramas.
Más información:
Adiós al pañal | Ser padres
Cambiar el pañal de pie | Guía infantil
Como quitar el pañal | Guía infantil
¡Adiós pañales! | Lucía mi pediatra
¿Cuando quitar el pañal?
Pero empezamos por el principio ¿cuando es el momento de quitar el pañal? Como ya imaginaréis no hay una edad o un momento exacto para hacerlo, cada niño tiene su momento. ¿Como sabemos si nuestro hijo está preparado? Hay algo que nos dará la primera pista y este será el pañal. Cuando veamos que pasan periodos relativamente largos y el pañal se mantiene más seco esto será la primera señal. Lo que significa es que nuestro hijo es capaz de aguantar el pis durante más rato y no va haciendo pequeñas evacuaciones continuamente. Será el momento para empezar a contarle lo que es ir al baño. El primer paso siempre será hablar con nuestro pequeño pues para conseguir quitarle el pañal el niño debe estar preparado en dos aspectos: físico y mental. Por un lado su cuerpo debe estar lo suficientemente maduro para que pueda controlar sus esfínteres y pueda controlar la expulsión de orina o heces. Por otro lado, debe sentirse preparado. Hay niños que aunque físicamente estén suficientemente maduros no son capaces de dejar atrás el pañal pues para ellos es una pérdida. Debemos tener en cuenta que el cambio de pañal es un momento que comparten con nosotros y para ellos será perder otro momento con nosotros. Por eso, debemos pensar en esto para no enfrentarnos a este cambio a la vez que otros: dormir solo, empezar el colegio... Siempre será mejor dedicar a cada nueva etapa del crecimiento su propio tiempo.
Si vuestro hijo/a va a la escuela Infantil (lo que comúnmente se llama guardería, aunque sin duda hacen mucho más que vigilar a nuestros hijos), sus educadoras/es podrán ayudaros mucho. Están muy acostumbrados a lidiar con este tema y para ellos será muy educativo ver que otros niños también están viviendo la misma etapa. Ya sabemos que para los peques la imitación siempre es una buena forma de aprender y cuando ven que uno de sus amigos va solo al baño pues simplemente ellos también quieren hacerlo.
Mi experiencia
Una vez listos para enfrentarnos a este momento, ¿Cómo actuamos? Pues hoy voy a contaros como lo hicimos en casa. Al empezar el año, nos dimos cuenta que nuestro pequeño empezaría en el colegio para Septiembre y debería ir sin pañal. Por lo que vimos el momento perfecto para ir preparándolo. Lo primero fue comprar ropa interior como si el mundo se fuera a acabar, pues era muy necesario tener numerosas mudas. Por lo que dejamos atrás los bodys y en nuestro caso compramos muchos calzoncillos que el peque pudiera bajarse solo (recomendación que nos dieron sus educadoras, pues no habíamos caído), pues lógicamente el body no es un elemento fácil para que los peques se lo quiten solos.Lo siguiente fue comprar un adaptador para el baño, pues nos parecía más practico que al igual que su papá y su mamá el usase el mismo baño y nos parecía que le ayudaría a ser más independiente, pues podría sentarse el solo. Cuando colocamos el adaptador (nosotros elegimos x) lo involucramos en su colocación y le contamos que eso era para él. De entrada le pareció muy divertido y quiso sentarse nada más montarlo. Le contamos que ahí podría hacer pis y caca. Todo esto lo unimos a que cada vez que le cambiamos el pañal no lo hacíamos tumbado sino de pie. De este modo el fue percatándose de que era el pis y la caca. Como veis todo conlleva mucha verbalización de lo que hacíamos y descubrimos que rápidamente fue comprendiendo los conceptos.
Lo siguiente fue coger el habito de sentarlo. Nosotros elegimos un par de veces al día en que nos habíamos percatado que solía hacer caca. De este modo lo sentábamos cada día y aunque al principio no hacia nada fue cogiendo la costumbre. Cómo al principio eran unas visitas al baño obligadas muchas veces no hacía nada, pero intentaba que se convirtiera en otro momento para nosotros, charlando y hablando con él. La idea era que lo viera como un momento agradable.
Poco a poco, los conceptos se fueron grabando y empezó a pedir hacer pis o caca, al menos alguna vez. Lo cual celebrábamos mucho y lo ponía muy contento. Vimos que el pañal aguantaba seco muy a menudo y decidimos empezar por quitarle el pañal en casa. Por lo que mientras estábamos en casa, le decíamos que estaba sin pañal y de vez en cuando se lo recordábamos para que se diera cuenta que tenía que ir al baño. No os voy a engañar, tuvimos varios escapes, pero cuando estas en casa no es muy grabe y se soluciona rápido. Solo le poníamos el pañal para dormir o salir de casa y pronto descubrimos que la hora de quitárselo por completo se acercaba.
El día que definitivamente marcó un antes y un después fue cuando lo llevamos al cine y en mitad de la película lo veíamos inquieto. Le preguntamos si le pasaba algo y su respuesta fue clara: pis. Le recordamos que tenía el pañal, pero su respuesta era un no rotundo. Quería ir al baño y lo tenía claro. Ese fue el momento en que sin duda tuvimos claro que estábamos tomando un buen rumbo. Ya había acudido al baño fuera de casa, pero siempre porque le preguntábamos y acudíamos para que viera que debía ir aunque estuviera fuera de casa. Pero sin duda, ese día nos demostró que el pañal ya no sería su fiel compañero de paseo. A su ves en la Escuela nos digeron que ya lo veían preparado y un durante una semana le estuvimos explicando que ya no llevaría más el pañal. Se lo quitamos un fin de semana que estaríamos en casa y nunca más se lo hemos vuelto a poner.
No os mentiré este proceso fueron meses de hablar con él, de escapes, de coladas plagadas de ropa interior y de mucho, mucho tiempo de charlas en el baño. Aun nos queda mucho trabajo y seguimos teniendo algún escape, porque siempre les costará dejar de jugar para ir al baño. Pero si tuviera que volver atrás, repetiría el mismo proceso. Le hemos dado tiempo para adaptarse al cambio paulatinamente y aunque a veces a sido difícil y frustran te (porque por mucho que lo deseemos no podemos hacer más que acompañarles) pienso que fue una transición fácil. Hay miles de consejos que os hablaran de métodos y pasos a seguir pero personalmente pienso que lo principal es la paciencia, no debemos meterles prisa, y sobre todo explicarles todo el proceso para ayudarles a llevar mejor este momento.
¿Habéis pasado ya por este momento?¿Cómo lo vivisteis vosotros? No dejéis de contarme vuestras dudas o experiencia a continuación. Seguro que entre todos podemos darnos grandes consejos para llevar estos cambios en nuestros pequeños sin dramas.
Más información:
Adiós al pañal | Ser padres
Cambiar el pañal de pie | Guía infantil
Como quitar el pañal | Guía infantil
¡Adiós pañales! | Lucía mi pediatra
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