Hace apenas unos días que termine de ver la serie Por 13 razones de Netflix, comencé a verla porque el asunto de las notas en formato cinta de cassette de una chica ya fallecida me parecía un punto interesante de salida. Sin duda me vinieron a la memoria otro tipo de obras en las que dejan cartas para que tras la muerte sean entregadas a sus destinatarios ( por ejemplo Posdata te amo, de la cual recomiendo el libro mucho más que la película). Pero no solo me llamó la atención porque pensara que fuera una especie de mensaje para que tras la muerte, las personas que quedan puedan sobrellevar la pérdida. Más bien parecía ser todo lo contrario, una carta acusatoria a todo aquel que provoca dicha pérdida. Y es que esa es la premisa inicial, el misterio de descubrir porque una chica aparentemente normal decide quitarse la vida.
El tema es peliagudo y os aviso desde ya, que la serie es intensa. Pero para mí es mucho más que una caza de brujas de una adolescente dolida. Trata temas de los que muchas veces no se habla o se resta importancia y nos hace ver que nuestros actos, a veces involuntario, pueden marcar mucho a quien nos rodea, generando un aluvión de decepciones y malos momentos que podrían influir negativamente en la vida de una persona. Hablamos de acoso escolar.
La serie transcurre durante quizás la época más complicada de la vida de una persona, la adolescencia. Ese periodo en que todo parece adquirir más importancia, donde cualquier cosa nos parece un drama y donde muchas veces sufrimos más rechazo. Es durante la adolescencia donde se forma nuestra personalidad, determinando más claramente nuestros gustos y preferencias. Por ello es sin duda un periódo de nuestra vida importante, lleno de cambios físicos que nos transforman de niños a adultos, pero en el que aún no lo somos, aunque lo parezca.
La protagonista de esta historia es una adolescente, que por diversas razones (13 para ser exactos) decide suicidarse y a su vez dejar unas cintas que explicarán a los implicados en las mismas porque lo hace. En este recorrido de 13 caras de cintas de cassette, descubriremos diversos tipos de acoso, físico, verbal, psicológico y social. No solo en la protagonista de dichas cintas, también en muchos de los que escuchan las palabras de Hannah Baker (la protagonista). Hostigamiento, manipulación social, coacción, exclusión social o intimidación son algunos ejemplos de lo que se nos presenta en esta serie.
Sin duda es una serie que te hace pensar en el tratamiento que se da a este tipo de situaciones a las que en numerosos casos se resta importancia y que sin duda nunca debería ignorarse. No importa si no lo sufres, si lo ves y no dices nada te conviertes en acosador. Es algo que se refleja muy bien en la serie, la presión por ser aceptado, el deseo de no querer verse inmerso como víctima o simplemente el miedo, hacen que muchos ignoren las señales. Me parece una obra estupenda para la reflexión sobre el bulling.
Por otro lado, también trata el suicidio (no os estoy revelando nada, ya en el trailer se descubre), tema que ha creado polémica pues algunas asociaciones critican la representación de este, llegando a decir cosas como:
"la exposición dañina al suicidio conduce a un mayor riesgo y posible contagio del suicidio" Kristen Douglas, responsable de la asociación australiana Headspace
A mi parecer, la representación del suicidio en una serie de ficción no es otra cosa más que el reflejo de algo que por desgracia ocurre y de lo que de una manera u otra se debe hablar. Tras ver la serie al completo, no pienso que se dé a entender que es la única salida a tomar para estos casos, sino más bien que debemos ser más conscientes de la existencia del acoso, de la necesidad de ayudar al que lo sufre, incluso cuando aún no ha pedido ayuda. Debemos cambiar el chip, que los niños o los adolescentes se metan unos con otros no es lo normal, o mejor dicho, no debe ser lo normal. Tenemos que condenar este tipo de conducta, enseñando a nuestros hijos que no deben ser acosadores, ni callarse cuando les acosan. El equipo docente también necesita formación para detectar el acoso y saber cómo actuar. En definitiva es una tarea de todos, evitar crear generaciones de acosadores que hagan pensar a una víctima que la única salida es el suicidio.
Por ello, sin duda recomiendo la serie. Toda obra que nos hace pensar sobre temas serios para intentar mejorar siempre será bienvenida en mi hogar. Pero no quiero olvidarme de deciros que la serie se basa en el libro bajo el mismo título de Jay Asher, escritor de novelas para adolescente (el llamado género joven - adulto), por lo que os recomiendo leeros el libro y comparar. Aunque no seamos ya adolescentes seguro que nos ayuda a comprender mejor a lo que nuestros hijos se enfrentan. En mi caso me pilla todavía lejos pero nunca es pronto para el saber y pienso que como padres siempre es bueno conocer lo que ofrecemos a nuestros hijos, ya sea cine, series o libros.
Como conclusión os invito a dejarme cualquier comentario al respecto, ya sea sobre la serie o sobre los temas que trata. Y bajo estas palabras podréis encontrar más información, sobre el acoso escolar, la serie y el autor de Por trece razones, con las cuales me he documentado para compartir con vosotros estos pensamientos.
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